jueves, 28 de mayo de 2009

Aprender a ser mejor docente

El otro día en cierta comida tuve el placer de reencontrar a una antigua compañera. Tras charlar acerca de cuánto habíamos cambiado cada uno, nos preguntamos mutuamente cómo nos iba. Entonces ella me indicó algo que me sorprendió a la par que me gustó: "cada año aprendo de los errores que he cometido para no repetirlos".


Con frecuencia he comparado el dar clases con conducir. Claramente, una persona con el carnet recién sacado no es precisamente quien mejor conduce el vehículo. Por otro lado todos conocemos personas que, a pesar de llevar toda una vida conduciendo (o quizás por eso mismo) su estilo de conducción es peligroso y temerario. La comparación que hago incide en que para mejorar como profesor, pasado ya un tiempo sin necesitar la L, se requiere algo más que simplemente dejar pasar más años. Básicamente eso creo subyace bajo las ideas de Donald Schön cuando habla del profesional reflexivo, tal y como expresé en otra entrada.


Realmente pienso que puedo ser mejor profesor de lo que soy ahora, puedo atender a mi alumnado de forma más adecudada y por tanto puedo mejorar profesionalmente. Vistas así las cosas, ¿cómo puedo yo aprender cada año de mis errores para no repetirlos? en general, ¿cómo adquirimos nosotros nuevo conocimiento?

Hace algún tiempo leí el siguiente texto de Gladys Dávila Newman de la Universidad Pedagógia Experimental Libertador de Caracas el cual resumo a continuación:
La forma en que a lo largo de la historia el hombre ha venido buscando respuesta a sus interrogantes pueden clasificarse en cinco tipos:


1.- La experiencia: que genera un conocimiento a posteriori.

2.- La autoridad: cuando uno debe conocer algo que no puede aprender a través de su experiencia personal, puede recurrir a un "experto", alguien que sabemos y confiamos que sabe bastante del tema, o como el profesor recién egresado que pide consejo a otro con más experiencia.

3.- El razonamiento deductivo: partiendo de premisas verdaderas (en algunos casos axiomáticas) y a partir de silogismos pueden deducirse conclusiones también ciertas.

4.- Razonamiento inductivo o método experimental: partiendo ahora de la observación de fenómenos podemos generalizar (inferir) una conclusión legítima aunque no infalible.

5.- Método científico: o método inductivo-deductivo, donde a partir de las observaciones los investigadores hacen inducciones y formulan hipótesis, tomando ahora éstas deducen conclusiones que pueden comprobar recopilando datos empíricos. Se considera éste el método de mayor confiabilidad para obtener conocimiento.
Después, una vez que identificamos el método científico como el más idóneo para que vayamos aprendiendo y mejorando año tras año, el texto anterior indica que "puede aplicarse para las ciencias de la educación y la pedagogía la metodología científico-experimental (con las peculiaridades debidas al contexto social de la investigación) " [extraído de la página 195]. Aunque advierte, tras enumerar diferentes enfoques o tendencias actuales en la investigación educativa, que la ciencia educativa no ha alcanzado el mismo nivel que las ciencias naturales.

Realmente, ¿no es maravilloso lo que mi compañera dijo: "cada año aprendo de los errores que he cometido para no repetirlos"? No podríamos todos ir aprendiendo, mejorando profesionalmente; y por qué no, personalmente. ¿Sabemos además obtener un conocimiento científico de nuestro día a día, de nuestra experiencia? Personalmente no solamente creo que es posible sino que además es muy conveniente y necesario.

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